Odio los días de viento.
- ¿ Por qué ?
- ¿ Por qué ? Mira a tu alrededor, hojas amontonadas, ramas quebradas, paragüas rotos, gente despeinada..
- A mí, en cambio me encanta el viento, oírlo, olerlo..
Sentir cómo lo revuelve todo.
- Qué rara eres, hay qué ver..
- Todo depende de hacia dónde mires, en realidad.
Tú miras al suelo y yo al cielo, fíjate, ni una sola nube, el viento se las ha llevado todas.
- ¿Y qué?
- Nada, sólo recuérdalo la próxima vez que un huracán te despeine, te quiebre o te amontone cualquier cosa por dentro.


